Orígenes e historia de E.K.A.

Los orígenes de E.K.A. nos imponen remontarnos en la historia hasta los tiempos en que el Reyno de Navarra aglutinaba de una u otra manera a la totalidad de los territorios históricos e incluso lo que luego fueron otros Reinos de las Españas. Y de una u otra manera se fueron desgajando, y el último zarpazo el de la sexta Merindad, para los navarros la entrañable Merindad de Ultrapuertos.

En la conciencia colectiva del pueblo navarro, quedó ese dolor de la separación, que fue acrecentándose con el tiempo al ir vertiendo aceite hirviendo sobre las viejas heridas.

La conquista del Reyno de Navarra por la parte de la Sakana la hizo el Duque de Alba, pero en su ejercito figuraban básicamente alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos, y por la parte de Tudela, última ciudad de Navarra en rendirse al Rey de Aragón, Fernando el Católico, aun cuando luego éste cediera sus pretendidos derechos, a la corona de Castilla.

Más tarde, quien defendía la fortaleza de Pamplona para el Rey de Castilla, frente a los navarros que pretendían conquistarla, fue Iñigo de Loyola, hoy patrón de los tres territorios históricos.

El Castillo de Amaiur defendido entre otros por los hermanos de Francisco de Jaso y Azpilicueta, hoy San Francisco de Javier, estuvo sitiado básicamente por alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos. La madre de los Jaso, María de Azpilicueta, que vio embargados sus bienes, derruido el castillo y puesto precio a las cabezas de dos de sus hijos, llegó a firmar “la triste María de Azpilicueta”…

Y por fin los que se opusieron a las tropas coaligadas con los navarros para la reconquista del Reyno derrotándolas en los campos de Noain, causando una tremenda carnicería, fueron básicamente alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos. Estos se enorgullecen de la batalla de Beotibar, frente a los navarros, y en su escudo figuraba los cañones tomados a las tropas navarras en retirada en Belate. Cuenta Labayru en su Historia General de Vizcaya que el año 1745, con motivo del paso de una infanta castellana, por Vitoria, camino de París para contraer matrimonio, se preparó un besamanos y surgió una polémica entre el Señorío de Vizcaya y el Reyno de Navarra, sobre preferencia. Navarra alegaba su condición de Reyno, y Vizcaya, que aún Señorío, llevaba casi cinco siglos felizmente unida a Castilla de manera voluntaria, mientras Navarra no llegaba a doscientos años de unión y además había sido por conquista…Se concedió preferencia a Vizcaya para el besamanos.

La primera guerra carlista logra lo que no se había dado en muchos siglos, que se aúnen los cuatro territorios históricos, y los cuatro designan para jefe militar a Zumalacárregui, que tras su salida de Pamplona por el Portal de Francia logra hacerse con el mando militar de Navarra, y fuerza una reunión de las cuatro Diputaciones.

El Carlismo, que no tuvo cómo se quiere hacer ver un origen puramente dinástico, logró cerrar heridas abiertas durante siglos. Que no fue problema dinástico lo pone de relieve que las Cortes de Castilla no tenían fuerza en Navarra, y por tanto no habían modificado la sucesión a la Corona que establecía el Fuero. Con arreglo a Fuero Isabel II hubiera debido ser reina para los navarros, pero los que la apoyaban mantenían unos principios que chocaban con lo que pensaban y sentían, y trataron de apoyar a quien los mantenía. No olvidemos que la Constitución de 1812 había suprimido de un plumazo las instituciones propias de los territorios históricos.

La pérdida de la guerra unifica a los cuatro en la pérdida de los Fueros, aun cuando fueran con matices distintos en Navarra y los otros.

La tercera guerra reanuda la coordinación de los territorios históricos, y su pérdida produce un gran trauma, por algunos asumido y tratando de dar soluciones, y por otros rechazado dando lugar, estamos en pleno romanticismo, a los nacionalismos, y como no hay peor cuña que la de la misma madera a fuertes enfrentamientos dialécticos entre ellos y todo coincidiendo con la tardía industrialización y proletarización consiguiente. Es impresionante en este aspecto la vida de Dolores Ibárruri “La Pasionaria” hija de carlista, y como recordaba, en Moscú, según contaba a quienes acompañaron a Dª Mª Teresa de Borbón al Congreso de la Paz, canciones carlistas cantadas por ella de niña, y que recordaba emocionada…

La organización del Carlismo fue adaptándose a los tiempos, pero hasta 1970, dependiendo de las designaciones hechas por el Rey que en cada momento lo encabezaba, ya fuera Carlos V, Carlos VI (conocido como Conde de Montemolín), Carlos VII( tras la abdicación forzada por el Carlismo por entender se había apartado de los principios que defendía el carlismo, Jaime III, Alfonso Carlos y a su muerte, D. Javier, que designado Regente aceptó a petición de los carlistas la coronota, hasta su abdicación en su día en su hijo Carlos Hugo.

A lo largo de casi doscientos años se han ido desgajando del tronco carlista grupos por unas u otras razones, pero siempre se ha mantenido enhiesto el tronco ,agrupado, apoyando al Rey.

Una de las conmociones más fuertes en el Carlismo, acaudillada por D. Javier y D. Carlos Hugo, y una parte muy importante de los militantes, la puesta al día, del mismo mediante la celebración de los Congresos del Pueblo carlista, el primero en 1970, con carácter no ya puramente consultivo. Famosa en ese aspecto, consultivo, es la reunión de Vevey, convocada por Carlos VII de la que existe fotografía en que aparece rodeado de los asistentes.

A partir de 1970, los cargos no los señalaba el Rey, o el Delegado Regio, sino que los designaba el Congreso democráticamente. Fue estructurándose el Partido democráticamente, y D. Carlos fue designado Presidente. Tras las elecciones de 1977 a las que nos impidieron concurrir, arbitrariamente, no reconociéndonos hasta después de su celebración. A las de 1979 concurrió al Partido Carlista y D. Carlos Hugo encabezaba la lista por Navarra. Se fracasó y por causas que no son del caso D. Carlos y sus hermanas pidieron la baja del Partido, y se marcharon todos los que constituían su “Estado Mayor”.

El Partido Carlista que desde mediados de los años setenta del siglo XX se había pronunciado indiferente a las formas de gobierno-monarquía o república) había reactualizado los principios políticos que se le atribuían de Dios Patria y Rey, al que añadieron más tarde Fueros. Y Digo que se le atribuían, pues como dice Jaime Ignacio del Burgo, la Diputación de Navarra huyendo de los franceses se refugia en Tudela y el 8 de Noviembre de 1808 desde allí, declara la guerra al Imperio Francés y hace un llamamiento a todos los navarros para que se incorporen a la lucha en defensa de “la Religión , la Patria y el Rey”. Faltaban veinticinco años para el primer brote carlista… y los navarros, no tenían otra patria que el Reyno de Navarra. Pero en fin, fuera lo que fuera, y democráticamente se fijaron los mismos principios pero adaptados a los tiempos y circunstancias, de autogestión para decidir, libertad para escoger, socialismo para compartir y federalismo para compartir.

Ya desde 1970 se empieza a funcionar de una manera más o menos coordinada en los cuatro territorios históricos, como una situación de hecho y dado que había conseguido cierta aceptación el neologismo de Sabino Arana de Euskadi, comenzamos a denominarnos de hecho Euskadiko Karlista Alderdia, no sin reticencias por entender que era un sometimiento a al PNV. Se publico DENOK BATEAN. Navarra planteo problemas que hubo que dirimir en reuniones, alguna maratoniana, que acabaron por diluirse con el compromiso de no atentar a su identidad.

Tras la Constitución y la constitución, valga la redundancia, de la Comunidad Autónoma Vasca, a quien llamaron también País Vasco o Euskadi, sin que Navarra formara parte de la misma, por causas que no son del caso analizar, no se quiso que hubiera confusionismo, por una parte, y por otra, se ajustaba más a lo que realmente se quería y era denominación sociológica anterior a Sabino Arana, y además no alteraba las siglas E.K.A. que ya se habían hecho un sitio en la vida política del País pasó a denominarse PARTIDO CARLISTA DE EUSKALHERRIA-EUSKALHERRIKO KARLISTA ALDERDIA E.K.A.

Pero continuaba siendo una situación de hecho, y el Partido Carlista asumiendo para él mismo lo que propugnaba para la configuración de las Españas, en el VIII Congreso del Partido Carlista los día 6,7 y 8 de Diciembre de 1991, estableció una estructura federal, dando vía libre a la constitución de Partidos federados, en las distintas nacionalidades. Haciendo uso de esa posibilidad y tras establecer unos Estatutos que fueron debatidos en Asamblea de E.K.A. celebrada el 24 de Enero de 1999, y aprobados por una gran mayoría, fue presentada la solicitud ante el Registro de Asociaciones Políticas, del Ministerio del Interior, que aprobó los Estatutos e inscribió a E.K.A. el 21 de Julio de 2000 inscribiéndolo al Tomo IV, Folio 334.

La vida política de estos años de rodaje ha mostrado la necesidad de establecer alguna modificación de los Estatutos, para ajustar mejor la autonomía de cada uno de los territorios históricos, y la armonización política de los cuatro, respondiendo a las distintas necesidades políticas de cada uno, como propias de todos. Y la relación con los Partidos carlistas de las distintas nacionalidades, y la coordinación con el Partido Carlista Federal. En esa tarea estamos y no podemos decir que haya sido fácil, pero en ella estamos empeñados y esperamos grandes resultados en el futuro, demostración de que nuestros planteamientos políticos, son realizables.