Con ETA esto pasaba, pero no trascendía

Artículo de Patxi Ventura publicado en www.noticiasdenavarra.com 07/05/2017

Y la defensa de la fortaleza del Estado frente al terrorismo se imponía a cualquier denuncia contra la corrupción generalizada que pudiera debilitarlo, por muy flagrante que fuera; parece que algunos no lo han olvidado y ése podría ser el motivo por el que aún no se ha dado el mínimo paso para consolidar definitivamente el cese de la violencia decretado unilateral e incondicionalmente por parte de la organización terrorista ETA. (Se asegura que por debilidad, pero si no obtuvo ninguna retribución demostraría una voluntad real y desinteresada al hacerlo sin que nadie se lo exigiera).

Todos sabemos que siguen quedando demasiados (por distintos motivos), que en una parte y otra siguen interesados en que la paz no se consolide y adoptan posturas retadoras y soberbias para zaherir a sus oponentes y que se mantenga la tensión y el odio que impidan la solución y conciliación democrática, y no están dispuestos a que ante el consistente cambio de situación se cambie también la aplicación de la legislación y los tribunales excepcionales creados para aquellas situaciones terroristas, como indica el sentido común y como se ha venido haciendo en todas las situaciones similares que se han venido dando a nivel internacional.

Se viene solicitando desde el cese el fuego definitivo por una mayoría generalizada (que exceptúa a muchos del PP, Ciudadanos y Víctimas del Terrorismo, con algunas loables excepciones) que se aplique la legislación ordinaria en relación con la dispersión de presos, así como en la revisión de penas y en la aplicación de beneficios penitenciarios, sin que no solamente no se haya conseguido nada, sino que además se siga amenazando con no hacerlo nunca.

Es cierto que nuestra sociedad necesita imprescindiblemente la paz y que todos debemos luchar democráticamente por conseguirla y asegurarla, pero sabemos que la misma solo se consigue si se fundamenta en la verdadera democracia y en la justicia, y es en esos campos en los que hay que profundizar para asegurarla y no en la fuerza, la provocación y el abuso. Parece que el gran trabajo realizado hacia la lucha democrática y la paz por personas como Otegi, al que tan caro se lo están haciendo pagar, se quisiera revertir y devolvernos al terror, la inseguridad, la obcecación y la muerte para la que tan poco hace falta, como vienen demostrando desde DAESH.

Es necesario que se den ya desde el Estado, sin demora, pasos valientes hacia la normalidad y la reconciliación, abriendo cauces legales posibles para la solución política, judicial y penitenciaria del caso, pues de no hacerlo se podría estar propiciando que se volviera a funestas fases que todos damos ya por gozosamente superadas.