En tiempos de desolación no hacer mudanza

Hace unos días pudimos ver a Jorge Bergoglio y al ex presidente uruguayo Pepe Mújica entrevistados en un canal de televisión de forma sencilla y directa, sin grandiosidades ni protocolos, utilizando un simple ordenador portátil como único medio entre ellos y el entrevistador. El mismo medio que precisamente están utilizando muchas personas para comunicarse con sus seres más próximos en estos días de confinamiento.

El hecho de dar a conocer, sin ningún reparo, sus periodos de crisis de fe, momentos de desolación que diría Iñigo de Loiola, nos puede ayudar a aprender, a conocer nuestra forma de estar, de vivir, para convertir nuestra forma de ser y de actuar en esperanza.

Jorge Bergoglio, plenamente consciente de su influencia más allá del ámbito religioso como referente moral y ético en amplios sectores de la sociedad actual y en temas como la defensa de los derechos sociales, la solidaridad con los migrantes y los refugiados, o el respeto al medio ambiente, finalizó la entrevista con esta frase que anima a la reflexión y en la que si nos paramos a pensar, podemos ver cómo se conjugan intrínsecamente el perdón y el respeto pero también su compromiso por la defensa la Naturaleza: «Dios nos perdona siempre. Nosotros perdonamos de vez en cuando. La Naturaleza no perdona nunca.»

Una clara llamada a que todas y todos adquiramos este compromiso en defensa del bien común.

Por su parte Pepe Mújica, entrevistado en igual formato debido al periodo de encierro por el coronavirus, reflexionó sobre algunos aspectos positivos de esta crisis que, entre otras cosas, nos está sirviendo para ser conscientes de cuántos objetos superfluos podemos prescindir, en clara crítica al consumismo desaforado en el que nos vemos inmersos.

Por todo ello, aun con trayectorias vitales completamente diferentes, cada uno desde sus propias convicciones, experiencias personales y su propia cosmovisión de la vida, nos enviaron un mensaje común de perseverancia y esperanza que en estos tiempos de zozobra e inquietud bien puede sintetizarse en la frase ignaciana que encabeza este artículo; En tiempos de desolación no hacer mudanza. Es decir, que lo que hagamos y las decisiones que tomemos lo sean por compromiso, por propia convicción, respetando siempre nuestro entorno y siendo siempre conscientes de lo que nos rodea.

David Martínez

Artículo publicado en Diario de Noticias 26/03/2020

https://www.noticiasdenavarra.com/opinion/cartas-al-dir

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