Denuncia pública a a la gestión de José Lázaro Ibáñez Compains

Ernesto Pérez, histórico militante aragonés del Partido Carlista, ha escrito estas líneas para denunciar la gestión autoritaria y caciquil del actual Secretario General del Partido Carlista, José Lázaro Ibáñez Compains:

Me llamo Ernesto Pérez y decir que llevo más de 50 años de militancia en el Partido Carlista, hoy encuadrado en el Partido Carlista de Aragón. Viví los dolorosos sucesos de Montejurra 1976 y la tenaz lucha antifranquista de nuestro partido.

Me está tocando vivir la deriva autoritaria y personalista impuesta por el actual Secretario General Federal del Partido Carlista, destruyendo toda estructura interna, al suprimir su órgano de dirección y tomando decisiones al margen de él.

De la misma forma, está vulnerando grotescamente la Ley de Partidos políticos aprobada democráticamente en el Congreso de los Diputados, que rige el funcionamiento de este tipo de organizaciones.

Quiero denunciar que es la primera vez en mis más de 50 años de militancia que se suspende de forma unilateral el Consejo Federal de Dirección del Partido Carlista. He conocido distintos dirigentes, su funcionamiento interno, y con tal decisión ha sumido al Partido en la total inactividad.

Lázaro Ibáñez Compains, actual Secretario General Federal del Partido Carlista tiene, como siempre se ha dicho en el Carlismo, la legitimidad de origen, pero con su actuación y decisiones que está tomando, ha perdido la legitimidad de ejercicio.

Rodeado de un equipo asesor al margen del Partido Carlista, comandado por un señor de Asturias, quien manipula constantemente el nombre del Partido Carlista de Euskal Herria-EKA sin ser vasco ni tener arraigo alguno con Euskal Herria. El señor Ibáñez está mal aconsejado en su incapacidad más que manifiesta de dirigir un colectivo de personas como nuestro Partido.

No quiero esperar 50 años más para ver cómo el Partido al que he dedicado parte de mi vida y que un día abanderó el antifranquismo y la lucha por las libertades, intenta desprenderse de la costra autoritaria a la que lo están sometiendo.