Esta será la semana de la investidura — todo hace indicar que no — de Alberto Núñez Feijóo. Hoy comenzará el debate de los partidos en el Congreso y aunque la primera votación se llevará a cabo mañana, la posición y los argumentos de los partidos se conocerán con anterioridad.
De momento, si se atiende a las palabras de los partidos con representación en el Congreso, Feijóo no puede optar a la mayoría absoluta o a la mayoría simple. Pero las llamadas del PP estos días van en otra dirección. Los prebostes de este partido están dirigiendo su mensaje claramente a los diputados del PSOE; sacudiendo, en la medida de lo posible, el fantasma de los probables acuerdos de Pedro Sánchez con los partidos soberanistas y esperando que algún representante socialista pueda cambiar de voto. Dicen que no están fomentando el transfugismo, que están llamando a la conciencia de quienes defienden la unidad de España. Habrá que ver si hay alguien que se atreva a romper la disciplina de voto de partido.
Eso no se conocerá hasta ver lo que sucede en la primera votación de mañana y el viernes, en la segunda. Pero, mientras, Sánchez, PSOE y Sumar tienen entre manos una nueva sesión de investidura y negociaciones que están cocinando entre bambalinas. De ahí que los discursos que se escucharán en el Congreso nos darán alguna pista sobre lo que vendrá los próximos meses. Lo de Feijóo parece que va a ser una oportunidad perdida; la clave está en que lo de Sánchez no lo sea. ¿O sí?
