El denominado decreto ómnibus, que recibe este nombre por incluir una serie de normas y reformas de diferentes ámbitos que, pese a ser dispares, son votadas al mismo tiempo y que recoge un amplio paquete de medidas económicas y tributarias entre las que se incluyen:
- Revalorización de las pensiones: Aumentos del 2,8% para las pensiones contributivas y del 6% para las mínimas, programados para enero de 2025.
- Prórroga de las ayudas al transporte público: Extensión de las subvenciones para fomentar el uso del transporte público.
- Prohibición de cortes de suministros básicos: Medidas para evitar la interrupción de servicios esenciales a personas vulnerables.
Ha dejado de manifiesto una vez más el sectarismo de unos y otros, llevándonos a una situación de efectos todavía imprevisibles, pero que es seguro que van a tener repercusiones directas en el ámbito económico y social para millones de personas.
Por un lado, incluir en bloque dentro de un real decreto, toda una batería de propuestas de la más diversa naturaleza con quién sabe qué intención, -práctica habitual del Gobierno Sánchez- y por otro, su no aprobación por el PP y Junts por el mero hecho de ir contra el propio Gobierno, a pesar de conocer perfectamente la importancia de las medidas, especialmente para los sectores más desfavorecidos de esta sociedad, ha retratado de nuevo a una clase política más preocupada por seguir manteniendo y conseguir a toda costa sus espacios de poder que por solucionar los problemas reales de una sociedad cansada de tanto sectarismo y podredumbre partidista.