Sailkatu gabea

¿Una moción “mortis causa”? 

Me refiero a la moción de censura que desde hace varios meses el partido político “Vox” había anunciado que interpondría contra el gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez.

Por todos los indicios, este largo periodo de “motionis vacatio”, -el transcurrido entre el anuncio y la interposición formal de la moción de censura-, habrá que atribuirlo a las evidentes dificultades a las que ha debido enfrentarse Vox para encontrar un candidato a presidente que reuniera las aconsejables o necesarias cualidades -currículum- para un cargo o puesto tan complicado como es el que representa el de jefe del gobierno español aquí y ahora.

En relación con esta especie de vodevil gratis total al que estamos asistiendo, cabe destacar la circunstancia que ha sobrevenido de que el propio discurso inicial del candidato ante los diputados de las Cortes se haya filtrado y publicado en el Diario.es hace dos o tres días escasos.

Hay que reconocer que desde el mismo instante en que se conoció el nombre del candidato, -el Sr. Tamames-, Vox consiguió dar la “campanada” apuntándose un tanto de sorpresa indiscutible.

Siquiera sea de forma somera, tengo que recordar y repetir que el casi sexagenario Sr. Tamames ya adquirió cierta fama y protagonismo nada menos que en el año 1956, en pleno franquismo, participando destacadamente en los sucesos ocurridos en la Universidad de la calle San Bernardo de Madrid, que, entre otras consecuencias, dieron con los huesos de nuestro protagonista en la cárcel.

Al parecer, la segunda ocasión en que el Sr. Tamames pisó la cárcel fue a lo largo del año 1977 -en plena Transición-, año en el que además de estar considerado ya como un prestigioso economista, había pasado a formar parte de la alta dirigencia del PCE.

Conviene también señalar la aparente desenvoltura con la que se movió durante esos años en los que apareció como uno de los fundadores de Izquierda Unida, fundador también de la denominada Federación progresista, e incluso concejal por el PCE en el Ayuntamiento de Madrid, siendo su voto determinante a la hora de desalojar de la alcaldía a Juan Barranco, la cual pasó a manos de Rodríguez Sahagún, el segundo de a bordo del CDS de Suárez.

A juzgar -sobre todo- por los argumentos que desgrana en el borrador del discurso que ha reproducido eldiario.es, estas son las razones que aduce Tamames para encabezar la moción de censura que el próximo día 21 va a someter a la consideración de la Cámara baja de las Cortes:

    • Califica la gestión del actual presidente del Gobierno como “autocracia absorbente”
    • Considera una obligación defender la idea de la patria común e indivisible de todos los españoles.
    • Debiera replantearse la actual sobre representación de la que gozan los partidos nacionalistas hasta el punto de que ponen en riesgo la arquitectura constitucional de 1978.
    • Si aceptó el ofrecimiento de Vox ello ha sido por “la obligación que siente de rendir su último tributo a la defensa de los intereses actuales y futuros de España”.
    • Da por buena la tesis de que la revolución de Octubre de 1934 que protagonizó la izquierda española fue la que provocó la sublevación militar del año 1936.
    • En la guerra civil de 1936/39 no hay un lado bueno y otro malo. Entender lo contrario “es faltar a la verdad y arrumbar al desván la -Ley de Amnistía de 1977.”
    • Acusa al actual gobierno de ser uno de los peores gobiernos habidos.
    • Él defiende la Transición y la Constitución.
    • Fustiga la ley del “sí es sí” que “ha conducido a reducciones de condenas a más de 400 agresores sexuales”.
    • Le gustaría que el voto fuera secreto porque “de esa manera podrían darse sorpresas”.
    • ”El acto de hoy es para mí como una de las últimas secuencias del propio guión de mi vida”.

Para rematar, el Sr. Tamames lanza dos tesis o ideas que, muy probablemente, serán compartidas por Unidas Podemos, y son:

    • ”Es difícil entender cómo se envía un ingente armamento de guerra a Ucrania sin haberlo discutido en este hemiciclo, que se supone que es la sede la soberanía nacional”.
    • Le preocupa que en la guerra de Ucrania “desde Bruselas no se ofrezca una salida a la paz”. Y se pregunta: ¿No seguimos siendo, señor Sánchez, un protectorado de EEUU?. Espero su respuesta”.

La conclusión a la que se puede llegar es la de que el pacto existente hasta este momento entre Tamames y Vox es extremadamente frágil, habida cuenta de la vanidad que, por todos los indicios, es el sentimiento que ha debido empujar al primero de ellos a comprometerse en una aventura que difícilmente puede acabar bien, ni siquiera dignamente. No se puede descartar que a la hora de la verdad, -de aquí hasta el próximo día 21-, el Sr. Tamames sufra un ataque de miedo al ridículo y se vuelva para atrás.

Respecto de lo que durante estas últimas horas pueda hacer Vox creo que no hace falta opinar, porque a los de ese partido los estamos viendo desde hace tiempo la manera de cómo se conducen y actúan. Pensar que la lealtad entre ambas partes contratantes vaya a presidir y regir sus pasos, sería tanto como intentar rehabilitar como vigente la institución de la “devotio ibérica”.

Tener que asumir un papel tan grotesco como el que se han trabajado a pulso las dos partes interesadas en esta moción de censura, es lo que creo que va a conducir irremediablemente a que alguno de los dos o ambos pasen a mejor vida. Esa es la razón por la que he tildado la moción de “mortis causa”.

Martxueta.

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