Una película de 1921 – “La Capitana Alegría / Pour Don Carlos”

Artículo de Juan José Garay, militante de E.K.A. Bizkaia, publicado en la web: www.elobrero.es.

En la Cinemateca de Toulouse y en la Francesa se encontraron fragmentos de una película, que aún a falta de todos ellos, se ha procedido a su restauración, en la que hay algunas lagunas notables.

La película en cuestión, fue rodada en escenarios guipuzcoanos en el año 1921, tales como Hondarribia, Oiartzun y en las Peñas de Aya.

Según los historiadores de nuestro Cine, Koldo Larrañaga y Eneko Tuduri, se trata del primer largometraje de ficción rodado en tierra vasca.

La película titulada “La capitana Alegría / Pour Don Carlos “ trata de las aventuras de una defensora de Don Carlos VII en la tercera guerra carlista. Su directora fue la conocida Musidora ( París 1889-1957 ), que también actuó como protagonista la Capitana. Esta conocida artista, una musa vampiresa, e icono de los surrealistas, tuvo una vida sentimental muy tumultuosa, protagonizando escandalosos romances en la década de los años 20 del pasado siglo. Posó semidesnuda para Julio Romero de Torres, y terminó sus años, siendo una pobre acomodadora en un Teatro.

La mencionada película también está firmada como Director por Jaime de Lasuen, y se trata de una adaptación de la novela homónima de Pierre Benoit.

Veremos que la participación de ambos en la película y su colaboración no está de acuerdo con los finales que tuvieron de sus vidas, sus caminos se separaron hasta límites insospechados.

Pierre Benoit, autor de la novela, perteneció a una Asociación filogermana cuando la ocupación nazi de Francia, por lo que fue condenado a pena de cárcel al finalizar la contienda, saliendo libre a los seis meses de su ingreso en prisión, falleciendo el año 1962 en Ciboure y enterrado en el Cementerio de dicha población, asomado a la Bahía de San Juan de Luz. Un busto erigido ante su entrada, junto a la carretera que conduce por la Cornisa desde Hendaya a San Juan de Luz, recuerda que está enterrado en dicho cementerio.

La vida de Jaime de Lasuen es totalmente distinta, ayudó a documentarse a Pierre Benoit, y fue útil para el rodaje de la película a la hora de buscar localizaciones, uniformes, amistades locales, y otros temas que lo relacionaban con el carlismo. Jaime de Lasuen era carlista, nacido en Viareggio ( Italia ), en el seno de una familia carlista vizcaína exilada en Italia ( Viareggio era una población en la que residió la familia real carlista, y en donde se encuentran enterrada Dª Margarita de Borbón, esposa del pretendiente Carlos VII, y el hijo de ambos, también Pretendiente Don Jaime ).

Participó con el Ejército francés en la Primera Guerra Mundial, siendo condecorado por sus méritos, y luchó como Oficial de Requetés en la Guerra Civil Española. Cuando la ocupación alemana de Francia, fue miembro de la Resistencia francesa, pasando a España en 1943, y murió en Lisboa el 27 de Abril de 1944, como consecuencia de las torturas que le infringió la Gestapo, que le raptó en Lisboa y le interrogó y torturó en la Dirección General de Seguridad en Madrid. ( al respecto hay un magnifico artículo de Manuel Martorell , que relata los hechos de su paso a España, publicado en el Diario de Navarra con fecha 13 de Julio del 2020 ).

No fue una excepción en el carlismo Jaime de Lasuen en su lucha contra el totalitarismo nacionalsocialista, el ejemplo lo tenemos en Don Javier de Borbón, que organiza la Resistencia en la Región del Allier, y termina prisionero de la Gestapo en el Campo de Dachau, con orden de ser ejecutado.

Si la actuación de la cabeza del carlismo era la defensa del mundo libre contra los totalitarismos, su ejemplo fue seguido por muchos carlistas, teniendo algunos exponentes conocidos, y muchos más que han permanecido en el anonimato.

Hubo un grupo de capellanes castrenses de los Tercios de Requetés, de Tierra Estella, que organizaron una red de espionaje a favor de los aliados, capturados varios miembros, entre ellos el Párroco de Morentin, los detenidos fueron confinados en la Residencia de los Capuchinos de San Sebastián, en donde continuaron con lo que habían iniciado. También recuerdo, y me lo contó Don Elías Querejeta Zubia, que ellos vigilaban a los posibles suministradores de los submarinos alemanes, que el organizador del suministro, era un conocido industrial francés de San Sebastián, cuyo apellido no lo menciono ya que puede haber descendientes suyos, y su publicación sería un descredito para su familia. Me dijo que el suministro se hacía con barcos pesqueros con base en Pasajes, y contaban con la complicidad de la Policía franquista.

También se hizo público, esta vez en la cadena de Televisión ya desaparecida “Intereconomía”, a través del testimonio de Benito Tamayo, en un programa sobre la historia del carlismo, cuando mencionó los contactos del carlismo con los Ingleses para la organización de una guerra de guerrillas contra los alemanes y los potenciales colaboracionistas españoles, y que llegaron militares ingleses a Tierra Estella para estudiar las posibilidades de tener aeródromos para suministros a las unidades de requetés que se habían comprometido en dicha misión. También se hizo referencia a la creación dentro del Ejército Británico de una Unidad de Requetés que equilibrara lo que tenía la División Azul con Alemania.

No solo estaba la acción directa contra el Nazismo, también existía dentro del Ejercito entre los Jefes y Oficiales carlistas, su prevención contra Alemania, y su simpatía hacia la causa de los aliados, y ejemplo de ello está en el General Don Enrique Varela, que era carlista y por su condición de Ministro del Ejército declarado partidario de la neutralidad, y con visibles simpatías por los Aliados, y que por dicha causa sufrió un atentado en la Basílica de Begoña en Bilbao un 15 de Agosto de 1942, en el transcurso de una Misa organizada por los Carlistas en memoria delos requetés fallecidos, y resultando heridos unos sesenta carlistas asistentes al acto. El atentado fue cometido por los falangistas Calleja y Domínguez siguiendo órdenes de Alemania. En dicho acto se oyeron voces de “Viva el Rey”, “abajo el Socialismo de Estado” y “Muera Franco”.

Pese a las presiones de Alemania, solamente se conmutó la pena de muerte a Calleja en un Consejo de Guerra celebrado urgentemente, y Franco no pudo hacer lo mismo con Juan José Domínguez ( el cojo Domínguez ), por las exigencias de Varela y Galarza de ejecutar la pena, si bien pasados unos días destituyó a ambos militares de sus cargos.

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