La salud mental de los trabajadores en el punto de mira

Horas de trabajo, bienestar y salud laboral, estos tres conceptos están interrelacionados. Desde el punto de vista empresarial además, hay un cuarto punto: la productividad. Está demostrado que las jornadas prolongadas incrementan las posibilidades de sufrir accidentes de trabajo y que tal y como han puesto de manifiesto diversos informes, las largas jornadas de trabajo y la productividad son inversamente proporcionales. Es decir, que la productividad disminuye cada vez con más horas de trabajo.

España tiene un grave problema con la productividad y desde el ministerio de Trabajo se mantiene que hay que reducir las horas de trabajo, pero hasta ahora no se han aplicado medidas significativas, por muchas promesas que nos estén vendiendo. Según los últimos datos facilitados por la OCDE, en el Estado español se trabaja una media de 1.577 horas anuales. Concretamente 240 horas más que en Alemania. Son, ni más ni menos que 30 días laborables de ocho horas.

En países como Dinamarca trabajan 230 horas menos al año que aquí y en el Reino Unido 210 horas menos. La diferencia con Francia es más reducida: 90 horas.

De los 27 Estados miembros de la Unión Europea, España es el país en el que más horas se trabaja, y en términos de productividad, según Eurostat, si el índice de productividad medio europeo es de 100 puntos, el español se sitúa en el 95. La de Francia, en 114.

Si nos fijamos en la ora parte, la productividad irlandesa es de 218, la más alta con diferencia, y tienen jornadas similares a las que se realizan en España. En cambio, en Luxemburgo, donde se realizan unas 200 horas anuales menos, el índice de productividad es de 163.

Además la productividad está íntimamente ligada la idea de satisfacción, la de ir “a gusto” al trabajo. Según los datos en España una de cada cuatro personas va a trabajar “a disgusto”; en Europa, uno de cada diez. Si atendemos a los datos de satisfacción, los datos son escalofriantes. Son los peores que se han tenido desde 2001. Según el último informe elaborado por Eurostat, uno de cada cuatro trabajadores en España declara que acude al trabajo sin motivación y “a disgusto”. La media de la UE es algo más de uno de cada diez.

Sin duda, la forma de gestionar psicológicamente el puesto de trabajo repercute en la salud de los trabajadores. La Organización Mundial de la Salud nos ha venido informando sobre este tema. Además, varios institutos han afirmado que las empresas son más competitivas si tienen una mejor salud de sus trabajadores.

Según el informe del Ministerio de Trabajo español, en el último año nueve de cada diez trabajadores afirman haber sufrido estrés -12 millones y medio de habitantes- y cuatro de cada diez vive estresado de forma continuada. El estrés se da, en general, en los menores de 45 años, especialmente en las mujeres. La falta de tiempo es argumentada por la mayoría, y también cansancio y falta de sueño. Ocho de cada diez tiene problemas para la conciliación familiar.

Estos datos nos indican que tenemos que tener mucho cuidado y poner a la salud mental en el punto de mira.

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