Artículo de Francisco Javier Aguado Goñi publicado en el Diario Vasco el 12/05/2020.
Acaba de ver la luz un nuevo libro titulado ‘Iparragirre en la Corte’ que acaba de editar la Delegación en Corte de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, y que contiene dos años de investigación sobre las estancias y las relaciones de José María de Iparragirre en el Madrid del siglo XIX.
Con motivo de la publicación el pasado mes de septiembre del suplemento festivo de DV tuvimos la oportiunidad de adelantar la elaboración de este trabajo que hoy ve la luz, realizado por el periodista Francisco de Paula García, miembro de la citada institución en La Corte. Un trabajo que refiere que la movida madrileña de la década de 1850 acogió muy bien a José María de Iparragirre, entonces un desconocido cantautor ambulante y recién llegado del exilio europeo. El libro, para quienes estén interesados, puede adquirirse a traves del correo electrónico basquemadrid@ gmail com. Además incluye una introducción a cargo del alcalde, Jon Luqui Albisua.
‘Lobby’ vasco en Madrid
De Paula retrata en este libro las puertas de los salones elegantes y de los bulliciosos cafés de una villa y corte ávida de nuevas sensaciones musicales que se abrieron al joven de par en par, que pronto fue introducido en sociedad por el ‘lobby’ de la influyente colonia vasca de Madrid. Otro guipuzcoano como él, Francisco Lersundi, ostentaba por entonces la presidencia del gobierno, y se prodigaban figuras muy relevantes del País Vasco en los altos estratos políticos y sociales.
«Eran personas que», explica De Paula, «sin perder sus raíces, mantenían cargos de dirección en el ejército, las finanzas, las industrias emergentes del ferrocarril, de la minería o del comercio. Y artistas de renombre: escritores, músicos y poetas, cantantes… Todo un ‘establishment’ vasco que se abría paso en la nueva era de los inventos y las revoluciones de mediados del siglo XIX». Iparragirre, que era un hombre de acción y muy carismático, acababa de componer su ‘Gernikako Arbola’, un himno de afirmación de la libertad de los vascongados. Le había costado la prohibición inmediata de cantarlo y de permanecer en su tierra, recién llegado de Londres, doce años después de vagar y de actuar por otros países tras exiliarse por la primera Guerra Carlista. Y sería precisamente en Madrid, ciudad porosa que a todos acoge, donde interpretaría en la primavera de 1853 la mítica canción proscrita, en una velada de café-musical.
Noche mágica en el San Luis
Francisco de Paula recoge en su libro que «cincuenta vascos y navarros le hicieron coro en aquella discreta pero memorable interpretación. Entre ellos, seguramente algunos de los socios de la Juventud Vascongada y de la Juventud Vasco-Madrileña, las primeras asociaciones lúdicas de baile creadas en la Villa y Corte. Se juntaron en un conocido establecimiento de la época, el Café y Fonda de San Luis, ubicado en un lugar de la calle de la Montera, distinto del identificado hasta hoy. Que en el libro se explica dónde estaba realmente, así como las circunstancias que provocaron la posterior confusión acerca de su emplazamiento».
¿Acudirían también aquella noche al Café y Fonda de San Luis personajes como Sebastián Iradier, Francisco Navarro Villoslada o Marcelino San Martín? Éste último, un músico vizcaíno, acababa de triunfar con su nueva pieza bailable, el primer ‘schottish’ madrileño –en castizo, chotis–, que había encandilado a Isabel II.
En el transcurso de la investigación, el autor del libro encontró y pudo adquirir un ejemplar original de aquella partitura, haciendo entrega de una copia digitalizada al Archivo de Lírica de la Sociedad General de Autores en nombre de la Delegación en Corte de la RSBAP.
Cuatro primaveras, las de 1834, 53, 55 y 78, jalonaron los pasos del bardo euskaldun por el Madrid decimonónico. En todas dejó su huella y constató la potencia y el arraigo de los vascos de la corte. Personajes e historias apasionantes, que bien merecía la pena investigar al cumplirse ahora 200 años del nacimiento de José María de Iparragirre. Un homenaje bien merecido… y unos hallazgos muy sorprendentes.
Primera versión musical
Este trabajo también documenta la versión más antigua que existe del ‘Gernikako Arbola’, del mismo año 1853 en que la canción se estrenó en Madrid. Su datación exacta constituye otra aportación muy relevante del nuevo libro editado por la Delegación en Corte.
La partitura, conservada en el Archivo Musical Vasco Eresbil, queda desde ahora identificada como la versión más veterana, casi exacta a la música original que tocó al piano Juan María de Altuna aquella noche inolvidable en la que se estrenó el ‘Gernikako’ en Madrid. Y se enmarca en todo su contexto en este nuevo libro, ‘Iparragirre en la Corte. El Gernikako Arbola y los vascos en el Madrid del XIX’.