Navarra y los tres territorios forales que actualmente conforman la Comunidad Autónoma Vasca, son señalados constantemente por su insolidaridad y por su régimen fiscal calificado por muchos de privilegio y antigualla a suprimir.
Un claro ejemplo de que no lo son se ha podido comprobar con el anuncio de condonación de la deuda de las comunidades autónomas anunciada por Pedro Sánchez y que, por cierto, ha sido rechazada por Nuñez Feijóo que se opone a que las CC.AA. gobernadas por su partido se acojan a la quita propuesta que no podrá ser aplicable ni a Navarra ni a la C.A.V.
Resulta evidente que los regímenes forales se basan en principios como el de la corresponsabilidad fiscal, que significa que su gasto público se calcula en función de lo que recauda cada territorio, asumiendo el pago de su propia deuda y garantizando con ello las políticas económicas, sociales y culturales propias para el bienestar de sus ciudadanos, y también en el principio de bilateralidad, por el cual se negocia un cupo que debe abonarse de forma solidaria al Estado en compensación a las competencias que éste desarrolla en estos territorios.
Habrá que ver qué dicen ahora quienes defienden esta tesis de supresión de los regímenes forales por insolidarios y privilegiados cuando se quiere premiar con dinero de todos los ciudadanos a comunidades autónomas que han hecho de su pésima gestión económica un continuo despilfarro absolutamente insostenible e inadmisible.