La nueva composición del Parlamento Europeo definirá la agenda legislativa de los próximos años, incluyendo reformas en áreas clave como el mercado único, la política de inmigración y la regulación digital, así como los fondos de cohesión tan importantes para el desarrollo de proyectos económicos, sociales y ecológicos específicos y por ende, el de los territorios más desfavorecidos.
Las elecciones al Parlamento Europeo son un evento clave que define no sólo el rumbo de las políticas y la legislación de la Unión Europea, sino también su cohesión interna y su posición en el escenario mundial.
La subida experiementada por los partidos de ultraderecha podría significar retrocesos en políticas progresistas, recortes en ámbitos como la justicia social, el cambio climático y los derechos humanos, así como una menor integración y solidaridad entre los estados miembros.
En manos de todos está que esto no ocurra.